El pueblo que legalmente no existe en Río Negro, va camino a regularizarse. La Justicia acogió el reclamo de decenas de grupos de familias que reclaman el derecho de quedarse en el lugar donde hace casi un siglo, se establecieron sus antepasados. La empresa propietaria de los campos planteó ceder otro terreno para cambiar de lugar a la gente que edificó allí porque dificultan el desarrollo de la soja. A todo esto, un abogado no encontró pruebas de que el padrón sea de estancia El Arazá y por el contrario lo que se ha vendido en reiteradas oportunidades son solo derechos posesorios.

Esta semana, el juez Letrado de primer turno de Young,  Eduardo Guevara, hizo lugar al registro de la demanda por prescripción adquisitiva, presentada por los habitantes del pueblo que además denuncian ser fumigados y que últimamente le bloquearon la cortada a la escuela colocándole un alambrado eléctrico.

El escribano Alfredo Bonti que trabaja en el tema junto a Carlos Delfante y el abogado Marcelo Arbolito, informó que se trata de un hecho “significativo para los intereses de los pobladores por cuanto la Justicia adopta una medida cautelar que inhibe acciones futuras con ese padrón”.

Se entregó al Juez de la causa, documentación que probaría el hecho nada menor de que estancia El Arazá no sería propietaria del padrón 211 de 72 hectáreas donde viven unas 40 familias. Lo que en 2005 habría comprado la firma Nalmer S.A son derechos posesorios del padrón.

Por esa razón, se iniciará el trámite de prescripción treintenaria  en la Oficina de Traslación y Dominio de Río Negro, mientras en la órbita de la Justicia se intimó a los profesionales que actuaron en los sucesivos compromisos de compra-venta desde 1947 a la fecha, a que presenten la documentación respectiva porque a priori “aparecen omisiones” y en definitiva “no pueden demostrar posesión de un bien en el que viven familias desde hace 100 años” explicó una fuente vinculada a la investigación.

Bonti, expresó que se están limitando a realizar una demanda de prescripción “que en realidad le corresponde al propio Estado. Ante tal inoperancia, resolvimos encarar el proceso en defensa de esos pobladores” remarcó el profesional fraybentino.

ANTECDENTES. El caserío se comenzó a formar por la construcción de viviendas de peones rurales de la Estancia El Arazá hace casi 100 años.  Hoy las edificaciones se asemejan en su mayoría a cualquier vivienda urbana con una serie de mejoras. Él pueblo tiene unos 600 habitantes y cuenta con escuela, policlínica, servicio odontológico, guardería y merendero.  Sin embargo, desde el punto de vista legal, no existe, no tiene acta fundacional ni está reconocido por el Estado. 

El problema central de Sauce es que está ubicado dentro de un predio de 5 mil hectáreas destinadas al cultivo de soja, pero la reglamentación vigente prohíbe la fumigación con agroquímicos en un radio de 500 metros de cualquier centro poblado. Esa parece ser la cuestión de fondo por la cual los nuevos propietarios de la estancia quieren que los vecinos se trasladen hacia otro predio.

 El intendente de Río Negro, Jorge Gallo, dijo en su momento que a mediados de febrero le solicitaron una audiencia “los administradores de la estancia El Arazá, donde en nombre de los inversores —fundamentalmente argentinos y de origen alemán— querían regularizar la situación de algunos padrones que tiene dicha estancia y donde están asentadas gran parte de las viviendas del pueblo” afirmó el jefe comunal.

 Aseguró que los inversores quieren \"regularizar el tema legal y el dominio de la tierra pero fundamentalmente porque les complica el desarrollo de las tareas agropecuarias, sobre todo la parte de agricultura porque donde hay viviendas o centros poblados no se pueden realizar fumigaciones —y mucho menos aéreas— cuando las superficies son muy grandes, entonces las distancias que tienen que manejar son entre 300 y 500 metros de separación si es aérea la fumigación\".

 El jerarca municipal aseguró que la empresa está dispuesta a ayudar a encontrar algunas ideas para realojar a los pobladores \"de forma de consolidar el pueblo porque sería trasladar esas viviendas hacia la zona donde está la escuela y la policlínica de Sauce” y aclaró que la intendencia “no tiene nada que ver en esto, solamente lo que pidieron los administradores de la estancia fue una orientación porque los propietarios dieron la orden de regularizar\" expresó el intendente Gallo.

 Las instituciones públicas y el poblado no están en los padrones de la estancia El Arazá, estos son un caserío que se formó alrededor de Pueblo Sauce que está en el padrón de la estancia. Hay familias que están viviendo en el lugar desde hace más de 90 años y que según surgiría en la investigación, puede tratarse de un padrón del que la empresa no puede justificar propiedad alguna porque solo habría comprado derechos posesorios.

 Antiguamente, gente que trabajaba en el medio rural, en los predios de esta estancia, cuando se jubilaba, creaba su familia y le daban para hacer la casa en ese tipo de padrones. Eso fue creciendo, las familias se fueron agrandando, fueron dividiendo porque crecieron los hijos y se fueron dando un número más importante de casas.