Un perro de la protectora de Nuevo Berlín fue muerto a balazos mientras jugaban tiro al blanco. La policía busca al autor para que responda ante la Justica en el marco de la Ley 18471, que regula la tenencia  responsable de animales en Uruguay y que establece penas de multas económicas y cárcel para responsables de maltrato. 

Joaquín, era uno de los animales más dóciles y cariñosos que vivían en el refugio. Cuando alguien llegaba a las instalaciones, comenzaba a hacer rodar “su pelota” invitando a jugar con él. 

Esta semana, cuando llegaron como todas la tardes a darles de comer, lo encontraron muerto con dos orificios en su cuerpo.  La ONG funciona en un predio contiguo al basurero de la localidad en régimen semiabierto. De hecho,  para llegar hasta los caniles hay que atravesar el vertedero. 

“Llegue con mi abuela a darles de comer como todas las tardes y lo primero que me llamó la atención era que había botellas rotas paradas en fila como que habían estado practicando tiro, algo que en este basurero se realiza con frecuencia” informó Paula Cheveste a InfoRIO. 

La integrante del refugio “Patitas” explicó que también le llamó la atención que Joaquín no saliera a recibirla.

 “Cuando llegamos a los caniles vemos que estaba tendido luego de haberse arrastrado en el pasto  por las heridas que sufrió. Tenía el cuerpo perforado por los disparos” contó indignada. De inmediato se radicó denuncia ante la seccional cuarta, pero hasta el momento no hay avances en la investigación sobre un hecho que movilizó a la comunidad. 

“En el basurero siempre anda gente; alguien tiene que haber visto algo sobre esta acción desalmada.  Además, fue un perro pero también pudo haber sido una persona”  advirtió Cheveste sobre la falta de controles en ese lugar. 

Joaquín era de los primeros perros que llegaron a la protectora cuando ésta fue creada a mediados de 2012 a instancias de la Mesa de Convivencia Ciudadana establecida por el comisario de entonces, Gustavo Dutria.  La intendencia cedió el lugar, la comisión consiguió los materiales y la alcaldía puso la mano de obra para construir los caniles. 

Dutria ahora trabaja en Paso de la Cruz, pero junto a su señora se hacen un tiempo los viernes para viajar y ayudar en tareas de desparasitación.  

“Se sacan los perros de la calle y se los traslada al predio donde se les brinda comida y hogar” cuenta Paula. Actualmente se atiende a 15 perros.  Se financia con el modesto aporte de socios y algunas colaboraciones que gestionan cuando los recursos escasean como ahora que están vendiendo tortas fritas entre otros beneficios para construir el cercado perimetral. Además, necesitan maquinas viales para establecer un camino con la tierra que han depositado “porque hasta ahora debemos cruzar por el basurero para llegar hasta el refugio” explicó la vecina de Nuevo Berlín.