
En el mes de enero, Álvaro Riera y Yaneth González llegaron a nuestra ciudad con la promesa de que conseguirían trabajo y vivienda. En los primeros días fueron recibidos por una familia conocida de ellos, pero al poco tiempo les exigieron que se retiraran del lugar.
Ante ésta situación, optaron por trasladar todas sus pertenencias hacia la garita ubicada a centímetros de la vía férrea.
En su momento, habían reclamado a Políticas Sociales la adjudicación de una vivienda, pero no tuvieron la respuesta esperada.
Ambos son enfermos crónicos. “Yo sufro de epilepsia y ella de diabetes”, manifestó indignado Álvaro Riera en diálogo con InfoRÍO.
Es de aclarar que la situación sólo los afecta a ellos dos, dado que no tienen menores a cargo.