Un contrabandista sanducero fue detenido días pasados cuando intentaba ayudar a cruzar a Colón a un hombre recientemente procesado con prisión por la Justicia Letrada de Primera Instancia de Toledo, por el homicidio de la joven G.I.S.V. con quien mantenía un vínculo sentimental, según la información aportada a EL TELEGRAFO por fuentes policiales locales vinculadas a la investigación y confirmada públicamente por la División de Comunicación Interinstucional de la Suprema Corte de Justicia (SCJ).

Una vez que E.A.D.R. fuera identificado como sospechoso del homicidio, la magistrada actuante ordenó su detención y dispuso el cierre de fronteras en procura de la detención del requerido. Averiguaciones practicadas por el Departamento de Homicidios de la Jefatura de Policía de Canelones permitieron saber que E.A.D.R. se encontraría en Paysandú con intenciones de salir del país, por lo que en las primeras horas de la mañana del 11 de abril, a una semana de registrado el homicidio, pudieron capturarlo junto a un hombre domiciliado en Paysandú.

"UN FAVOR A UN AMIGO" Interrogados ambos en la sede judicial, el sanducero, identificado en el auto de procesamiento con las iniciales S.F.S. respondió que tomó contacto con E.A.D.R. por medio de un amigo al que identificó por su apodo, quien se encuentra recluido en un centro carcelario y le habría dicho que un conocido necesitaba ayuda para cruzar el puente hacia Colón. Según le expresó E.A.D.R., su intención era conseguir trabajo en Colón y solicitaron su ayuda para cruzar el puente, ya que según su declaración textual "él anteriormente se desempeñaba como 'bagayero' y cruzaba tanto mercadería como personas por el puente". Acordó entonces con E.A.D.R. que lo llevaría hasta la cabecera del puente y luego él cruzaba caminando. Según declaró el sanducero, nunca se acordó entre ambos un precio por el traslado, sino que era "más bien un favor" que su conocido le había solicitado desde la cárcel. 

TRATABA DE HUIR. Por su parte, E.A.D.R. declaró que, tras el homicidio, se trasladó desde Montevideo a Fray Bentos, Rivera, Artigas, Salto y Paysandú, con el propósito de salir del país. La relación clandestina entre él y la víctima había comenzado hacía aproximadamente tres meses, según confirmó el propio indagado en sede judicial.

El pasado 4 de abril, la pareja había acordado un encuentro en el Parque Meireles, ubicado en Joaquín Suárez y comúnmente conocido como "La Tumba del Negro". Ambos arribaron al lugar montados en un caballo que había sido previamente arrendado a un conocido del ahora procesado; dejando la moto de la joven en el domicilio del arrendador. En dicho lugar desarrollaron sus habituales prácticas sexuales, las cuales fueron relatadas por E.A.D.R. en la sede judicial.

EL HOMICIDIO.  Al llegar al parque anduvieron a caballo por turnos y luego se sentaron en unas mesitas donde tomaron alcohol y comieron huevos de pascua. Posteriormente se dirigieron al sector conocido como "La Cachimba", distante a unos cien metros del lugar y comenzaron a realizar sus "juegos sexuales" sin quitarse las vestimentas. Dichas acciones habitualmente finalizaban cuando mediante una seña, ella le indicaba a él que debía parar para no asfixiarla, puesto que él la sujetaba por el cuello hasta producirle excitación. Esa tarde, el hombre no percibió la señal para que se detuviera. 

La magistrada actuante, tras consultar y citar una vasta jurisprudencia que se consigna en la resolución, halló elementos de convicción suficientes para disponer el procesamiento con prisión del sujeto por un delito de homicidio culpable.