El sórdido y mortal mundo de la droga se cobró una nueva víctima esta semana. Se trata de Nahuel Calderón, un joven de 20 años, radicado junto a sus dos padres en la localidad de Belén (80 kilómetros al norte, de la capital departamental), quien falleció el pasado lunes en horas de la madrugada.

Hace un par de años la familia, oriunda de la ciudad de Young, Río Negro, habría decidido radicarse en la localidad de Belén para aprovechar una oferta laboral en Termas del Arapey, realizada a la madre del fallecido.

Según pudimos saber, Nahuel trabajaba en un restaurant de termas del Arapey y el domingo último, al terminar su turno, antes de emprender el retorno a la localidad de Belén, habría comprado «cocaína» a un distribuidor que operaría en el centro termal, quien de acuerdo a testimonios de vecinos, estaría plenamente identificado, ya que “acá, somos pocos, y todos nos conocemos y sabemos lo que hacemos cada uno…».

Siempre de acuerdo a testimonio de vecinos, al llegar a Belén, el joven habría pasado a buscar a una amiga, para irse juntos hacia el Parque Gabinito, espacio verde y de recreación, ubicado sobre la costa del lago de Salto Grande, al Norte de la localidad. Allí habría consumido la droga comprada en Termas del Arapey y allí mismo dejó de existir.

Las versiones dan cuenta que instantes después de consumir la droga comenzó a sentir un calor extraño en el cuerpo, por lo que se zambulló brevemente en las aguas del lago, y al salir del agua cayó sin vida, quedando con los pies en el agua.

Ácido revulsivo. 

Según las versiones aportadas a CAMBIO por vecinos de ambas localidades, existe una gran preocupación debido a que las drogas que se venden al menudeo estarían adulteradas con un «polvo blanco», de venta libre, conocido como «reforzador de caballos».

De acuerdo a fuentes veterinarias consultadas por CAMBIO, se trataría de un ácido revulsivo, de uso exclusivamente externo, que mezclado con otros productos, se utiliza para untar en los animales para agilizar el calentamiento de los músculos y tendones antes de cada entrenamiento, o carrera. Los veterinarios consultados hicieron especial hincapié en que el producto es de uso exclusivamente externo. «Cualquier tipo de ingesta de ese ácido, es criminal», subrayaron. 

La adecuada aplicación, y la venta, de este ácido no está prohibido, por lo que es muy sencillo para cualquiera conseguirlo en la plaza comercial local.

Taquicardia ventricular. 

Fuentes policiales consultadas corroboraron lo expresado por los vecinos, pero descartaron que el vendedor estuviera identificado.

Debido a que el deceso de Calderón se produce en la costa del lago Salto Grande, el hecho quedó en manos de la Prefectura de Salto, quienes están llevando adelante la correspondiente investigación, dijeron.

Las mismas fuentes también afirmaron que la muerte fue fulminante: «Le dio una arritmia, y le reventó el corazón», manifestaron.

Las consultas médicas realizadas por nuestros cronistas, indican que lo más probable es que el ácido revulsivo ingerido le haya provocado una taquicardia ventricular, lo que le generó el calor corporal e inmediatamente le causó la muerte.

Las fuentes dijeron que tanto en Termas del Arapey como en Belén, los narcotraficantes ponen al alcance de los consumidores «múltiples tipos de sustancias», las que una vez adulteradas, son muy difíciles de identificar sin un estudio toxicológico.

Otra localidad del interior de Salto que no escapa a esta realidad es Villa Constitución, basta recordar que un asesinato reciente de un vecino de la zona, apicultor, fue asesinado por jóvenes drogadictos.

Fuente Diario Cambio de Salto.

Artículo escrito por Julio Aguirrezabal.