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03 de October del 2021 a las 11:11 -
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Por El Eco Digital

San Javier: abrir las puertas al doloroso pasado con la palabra de un policía testigo (1a. parte)
Por El Eco Digital

La causa de Vladimir Roslik que impulsan su esposa y su hijo, la causa de la maestra Susana Zanoniani con la denuncia de torturas y otra denuncia de un colectivo de vecinos que tiene como titular a María Cristina Zabalkin y otros, son las tres causas judiciales sobre asesinato, torturas y detenciones ilegales que sufrieron habitantes de San Javier (departamento de Río Negro).

Para ésta última denuncia el 1 de setiembre se realizó una audiencia en el Juzgado de Fray Bentos a cargo de la jueza Carol Ceraolo, con la presencia por la doctora Mariela Suárez de la Fiscalía de Delitos de Lessa Humanidad, la doctora Rosana Gavazzo por la defensa del militar Dardo Morales, la doctor Fiorella Garbarino en representación de la María Cristina Zalbalkin y el policía jubilado Adán Mendietta Cardozo.

EL ECO accedió al testimonio del policía jubilado quien fue testigo directo de los hechos ocurridos en el pueblo San Javier y aunque niega en todo momento haber sido protagonista de los operativos militares y policiales, sí vio los detenidos en la Seccional y en el Centro Cultural Juventud Unida que se transformó en un centro de operaciones y de tortura de la época.

Adán Mendietta Cardozo fue policía de 1972 al año 2007 y estuvo en varios períodos en la comisaría de San Javier; también estuvo en Tres  Bocas y en Mellizos, en Navarro, en Grecco. El policía recordó que algunas personas detenidas las llevaban a la comisaría y a otros al Centro Cultural Juventud Unida. EL ECO accedió al interrogatorio que tuvo lugar por parte de la juez Carol Cerealo, la fiscal Mariela Suárez y la doctora Fiorella Garbarino.

–¿Usted recuerda a algunas de las personas que los llevaron a la seccional?

– A todos los hermanos Roslik, a (Víctor) Makarov, (Román) Klisovz que era el profesor de matemáticas…

–¿Qué trato recibían?

-No sé, porque ellos estaban atrás con el comisario…

–¿Usted qué información tenía sobre por qué estaban los militares en San Javier?

-No, no sé por qué estaban ahí. Se reunían con el comisario, con el sub comisario…

–¿Usted qué cargo tenía en ese momento?

-Era agente.

–¿Quién era el comisario en este momento?

-Cuando yo fui el comisario era Ramón Estala, después fue Diego Duarte, también Carlos Techera, Esteban Silva… esos fueron los comisarios…

–¿Usted recuerda al Centro Gorki?

-Está a dos cuadras de mi casa. Al Centro Gorki le hicieron dos allanamientos y en la televisión mostraron un montón de armas que sacaron del Gorki.

–¿Dónde quedaba el centro Juventud Unida?

– A dos cuadras de la comisaría, donde había una base de operaciones de los militares y civiles.

–Cuándo detuvieron a Roslik y a Makarov, ¿cómo fue el trato?

-Yo no sé, yo era un agente. Ahí llegaban con el oficial y pasaban para el despacho del comisario y ahí los interrogaban**… no sé.

–¿Quién los interrogaba?

-El comisario.

–¿Cuál era el nombre del comisario?

-En esa época había dos: Diego Duarte y Alberto Silva.

–Después de los interrogatorios ¿qué pasaba con los detenidos?

-Se los llevaba el ejército, para el Centro Juventud Unida o para Fray Bentos

–Usted manifestó que el Centro Juventud Unida, se transformó en una base militar y civil, ¿por qué civil?

-Porque había civiles que acompañaban a los militares llevándole colchones, frazadas…

–¿Información?

-Supongo que sí, no sé…

–Operaba como un centro de detención…

-Como un cuartel, como un cuartel… Iban civiles que colaboraban con ellos… no sé si les llevaban información.

–¿Usted recuerda algún civil?

– (Daniel) Jajulin era uno de ellos. Después una mujer que colaboraba con ellos, Katia Casternó (hoy fallecida), que tenía la Ancap de aquella época, que ya es fallecida, que acarreaba colchones, frazadas, en una camioneta amarilla…

–Antes que sirviera como centro de detención el Centro Juventud Unida, ¿qué funcionó en ese club?

-Antes funcionó el liceo, la Utu, un centro social y cultural.

–¿Usted sabía o escuchó si había algún plan para perseguir a ciudadanos del pueblo?

-Yo no recuerdo el año exactamente pero el plan que hubo fue cerrar al Pueblo de San Javier, el puerto…, todo con el ejército y la policía en las calles; había un policía y un soldado en una calle y un policía y un militar en otra. Así estuvo dos noches y un día. Para entrar y salir se pedía autorización. Y que nadie entrara o saliera del pueblo si no estaba autorizado.

-¿Usted conoció al militar Julio Danzov?

-Si… Lo conocí en San Javier…

–¿Lo conoció en el club?

-No sé si fue en el club o en la comisaría.

–Cuando detenían a las personas, ¿quién daba la orden? ¿Desde la policía o desde el ejército?

-Generalmente el ejército, y trabajaba el comisario Alberto Silva con el ejército. Muy rara vez fue la policía.

–¿Usted como funcionario policial no participaba?

-No, estábamos en la comisaría, haciendo el turno normal.

–¿Ustedes citaban a las personas a que se presentaran?

-Sí, citar sí. Nos mandaban a que fulano de tal se presentara en la seccional o directamente al club.

–¿Cuándo iban a la seccional quedaban detenidos?

-Que yo recuerde en la seccional no quedaba nadie detenido. Si el comisario lo había citado, por ejemplo, se entrevistaban con el comisario, no sé si el comisario enteraría al juez, no sé, generalmente se iban… Y después comenzaron a llevar gente del pueblo…

–Según los testimonios recogidos en el expediente, las personas se presentaban en la seccional y quedaban en calidad de detenidas, y recién

después los trasladaban al cuartel. ¿Usted tiene conocimiento de eso?

-Puede ser, no sé, no estuve en ninguno de eso… Que lo hayan llevado directamente de la seccional al cuartel… no creo, por lo menos en los momentos que estuve yo…

–¿Y de la comisaría al club?

-De la comisaría al club sí se llevaron. Venían citados a la comisaría y los llevaban para el club.

–Usted sabe o escuchó en algún momento si el grupo que se reunía en el Club Juventud Unida estaban organizando un plan para involucrar a

determinadas personas del pueblo?

– Saber no sé, pero por lo que sucedió después parece que sí, sino no hubieran pasado las cosas que pasaron, que cerraron al pueblo.

-¿Usted conocía, o tenía un trato de familiaridad o de amistad con las personas que fueron detenidas?

-Y cómo le voy a decir… El doctor Roslik vivía pegado a mi casa. Era el médico mío y de mi familia. Del otro lado de mi casa vivía los otros

Roslik, los muchachos y el padre, Miguel. Estábamos todos en la misma cuadra. Trato teníamos todos los días. Nosotros precisábamos algo y el doctor daba la vuelta y estaba en casa.

–¿Usted sabe cuál fue el motivo de por qué detuvieron a todas esas personas?

-Hasta ahora lo desconozco.

–¿Hubo comentarios después?

-Comentarios hubo, de todos comentarios, como todo pueblo chico, de que tenían armas, de que se adoctrinaban, que hacían prácticas de tiro, hubo esos comentarios, pero no sé si hubo realidad…

–Ya que usted los conocía, que conocía al doctor, ¿le parece que era posible que fueran verdad esos comentarios?

-Yo no pongo las manos en el fuego pero no creo que el doctor Roslik. Porque cuando de noche salía de ronda y si había conga, él estaba allí

jugando a la conga. Y nunca escuché nada, y eso que mi padre jugaba a la conga con él.

Al final el policía Adán Mendieta Colazo agregó: “cuando el entierro del doctor Roslik, yo estaba en Tres Bocas y pedí autorización al comisario para bajar al cementerio y me autorizaron. Eso me costó un traslado, me enviaron al otro día al pueblo de Mellizos; por haber ido al cementerio me mandaron a un traslado que me costó dos años”.

*El Centro Cultural Juventud Unida se convirtió en un centro clandestino de detención y tormento para los habitantes de San Javier, que fueron detenidos por el ejército en el año 1980. Un testigo consultado por EL ECO dijo que ese centro fue cedido por la comisión directiva de entonces para que oficiara como dicho centro de tormento. Los detenidos sufrieron plantones, estaqueados en el llamado “sótano”, que da a las orillas del Río Uruguay.

** De acuerdo a la investigación de EL ECO, detrás de la comisaría estaba el llamado “El Quincho” donde la policía torturaba a los detenidos y según los testimonios recogidos por EL ECO los colgaban, con la participación del comisario en función y los agentes de la policía.



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