Con el objetivo de determinar fortalezas y debilidades, para generar respuestas coordinadas y efectivas ya en próximos operativos similares, se realizó en la mañana anterior en el puerto de Paysandú el simulacro de protección portuaria, en cumplimiento de las directrices emanadas del capítulo 18 del Código Internacional de Protección de Buques e Instalaciones Portuarias (Código PBIP), que prevé este tipo de preparativos en el sistema de puertos de la Administración Nacional de Puertos (ANP).

A partir de media mañana la población sanducera pudo advertir la presencia de ambulancias, efectivos del Batallón de Infantería Mecanizada Nº8, Bomberos, Policía, entre otros organismos que acudieron a prestar auxilio en siniestros simulados con el fin de preparar la respuesta que se requiere para situaciones inesperadas pero que son posibles, como casos de enfermedades desconocidas e ingreso de narcóticos, entre otras posibilidades, para lo que incluso se contó con el apoyo de la unidad especializada con perros que detectan drogas, informa hoy El Telégrafo.

Precisamente el Código PBIP exige que cada instalación portuaria realice por lo menos cuatro ejercicios y una práctica de protección portuaria por año calendario; y en este caso se trató del primer ejercicio de esta naturaleza realizado en la instalación portuaria, a fin de cumplir con lo establecido por la norma internacional.

Bajo la coordinación del jefe de puerto de Paysandú, Daniel Fernández, y la presencia del vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Clever Montiel, entre otras autoridades, se contó con la colaboración y el asesoramiento técnico de la empresa Ketlark High Urban Security (Ketlark) en su carácter de Organización de Protección Reconocida (OPR) registrada ante la Prefectura Nacional Naval.

Según señaló Fernández a EL TELEGRAFO, entre otros aspectos la ANP cumple así con el compromiso asumido por el país con la comunidad internacional, y ha desplegado personal calificado y ha cumplido con los requisitos técnicos de las normas correspondientes.

Por otro lado, efectivos de la Prefectura Nacional Naval estuvieron presentes en el simulacro en su carácter de autoridad designada del gobierno como parte del Convenio Internacional para la Protección de la Vida Humana en el Mar (Convenio Solas) y el Código PBIP. La ANP tiene previsto repetir este tipo de ejercicios de entrenamiento con la periodicidad establecida por el Código PBIP, destacó Fernández.

EVALUACIÓN DE EQUIPOS

Después del mediodía, culminado el ejercicio –que coincidió precisamente con los operativos de carga de soja y cebada en el muelle de cabotaje y en el de ultramar–, jerarcas a cargo de los organismos participantes, junto con las autoridades portuarias, realizaron una evaluación del operativo en el salón de actos del puerto, oportunidad en la que fueron expuestas las observaciones realizadas durante el despliegue de efectivos, coordinaciones y demoras, a cuenta de tomar nota de los deberes para el próximo operativo, de forma de tener acoradas las respuestas ante las emergencias posibles.

Fernández destacó a EL TELEGRAFO que desde todo punto de vista el simulacro ha resultado positivo, y se encaran dos evaluaciones: una “sobre caliente”, es decir la que se hace en forma inmediata, y otra en la que se formulan las observaciones detalladas por escrito, en formulario, “para su análisis, de forma de incorporar las correcciones al plan de protección portuaria”.

“Por lo tanto, se registran las cosas que salieron bien, las cosas a favor y los puntos en contra”, y “a partir de los puntos en contra se protocolizan las acciones que salieron mal, porque la idea no era engañarnos a nosotros mismos, sino detectar lo que sale mal”, acotó.

“Ante ello se fijan acciones correctivas, se fijan fechas para corregirlas y luego lo que se hace es corregir el plan de protección”, aclaró Fernández. En el caso de este operativo “hubo cosas que salieron bien y otras que no salieron tan bien”, pero aseguró que lo importante es que en base a los resultados del ejercicio, se trabajará en el plan de prevención, sobre los orígenes posibles del incendio y los controles que permiten por ejemplo que se introduzca la droga, entre otras posibilidades.

CERTIFICACIÓN

Asimismo, “recibimos la buena noticia de que el servicio de protección marítima (Sepma) certificó la terminal Paysandú, que era el último trámite pendiente”, en tanto “transmitimos a la gente de la zona la tranquilidad de que no se están dando manotazos al vacío, sino que estamos actuando con gente que sabe lo que hace, con profesionalismo, la seguridad y la protección de la terminal”, aseguró.

“Ello va además en beneficio de los puestos de trabajo, porque hoy se puede perder una unidad de negocios por el simple hecho de que no se cumpla con la medidas de seguridad para entrar al primer mundo, y por lo tanto lo que estamos desarrollando va en defensa del trabajo”, expuso el jerarca.