El problema debe ser encarado con la debida seriedad dado que es un fenómeno que hasta hace poco era ajeno a las calles de la ciudad. De un tiempo a esta parte las mujeres no salen de noche o lo hacen acompañadas, pero siempre con el temor de que los delincuentes están al acecho y pueden atacar en cualquier momento.
Uno de los últimos casos ocurridos en Fray Bentos, no fue con saldo leve como se informó en su momento para minimizar el asunto. La víctima, sufrió fractura de clavícula derecha y fisura de un cuerpo vertebral. Quedo inmovilizada con hematomas varios en todo el cuerpo, además del trastorno del sueño y fuerte angustia por lo vivido. Los delincuentes siguen actuando en forma impune mientras un sector de la comunidad observa con preocupación cómo vamos perdiendo calidad de vida en una ciudad que precisamente se jactaba de su seguridad pública. La pelota está en la cancha de las autoridades que tienen la responsabilidad de actuar enérgicamente, extirpar de la sociedad a estos delincuentes y devolverle la tranquilidad a la gente, a la vecina y a la abuela que ya no pueden salir tranquilas a la calle.