
Este martes Whatsapp activó el cifrado E2EE (end-to-end). Según explica el diario El Mundo, se trata de "un protocolo severo en el que sólo el emisor y el receptor pueden leer los mensajes, por lo que no pueden acceder a ellos ni siquiera los proveedores de telecomunicaciones, los proveedores de Internet o los dueños de la aplicación".
A partir de este momento Whatsapp no tiene ninguna capacidad para acceder a los mensajes de sus clientes, ni siquiera por orden de las autoridades.
"Cuando se envía un mensaje, la única persona que puede leerlo es la persona o grupo de chat a los que se envió. Nadie más puede conocer el contenido de ese mensaje: ni los cibercriminales, ni los hackers, ni los gobiernos opresivos, ni siquiera nosotros", explicó Whatsapp en su blog.