A las 16:13 del viernes 15 parte de la ciudad de Dolores quedó destruida. Cinco personas murieron y cientos de familias lo perdieron todo. Ayer, a la misma hora, una multitud se concentró en la plaza principal para recordar a las víctimas y agradecer la solidaridad recibida desde todo el país.
Estudiantes, trabajadores y ancianos compartieron el mismo sentimiento. Rostros tensos por la devastación sufrida y aplausos a rabiar como forma de canalizar la angustia y el deseo de sobreponerse.
“Vamos Dolores, gracias Uruguay”, gritaba uno de los vecinos que portaba una enorme bandera, mientras una abuela emocionada se abrazaba a su nieta. Unos cantaban y otros guardaban silencio. Cada asistente lo vivió a su manera
Enfrente, la histórica parroquia también maltrecha por el tornado, hizo sonar sus campanas en adhesión a la manifestación espontánea y en cada lugar de trabajo ocurrió exactamente lo mismo.
“Vivimos esto con profunda tristeza, por el momento oscuro e inolvidable que le tocó vivir a mucha gente. Uno tiene familiares, vecinos y amigos de toda la vida que la están pasando mal”, dijo Santiago Ostolaza, un referente para los doloreños.
La ciudad aún intenta reponerse de la desgracia y ya comenzaron las tareas de reconstrucción. En los barrios periféricos, personal municipal ayuda a las familias humildes a retirar escombros y mediante la utilización de maquinaria pesada, se termina de derrumbar lo poco que quedó y se prepara el terreno para la futura construcción.
La Directora de Vivienda, Lucía Etcheverry, anunció que a partir de lunes, el ministerio comenzará en forma conjunta con la intendencia de Soriano, a hacer efectiva la ayuda prometida y precisó que en los casos de mayor precariedad “el subsidio de las viviendas puede alcanzar el 100%”.