“El Plan Ibirapitá tal vez no tenga épica como otras revoluciones, pero tiene mucha ética, humana y profunda”, dijo el Presidente Tabaré Vázquez en el foro latinoamericano de ciencias, en referencia al programa de inclusión digital de adultos mayores. “No se trata solo de entregar tabletas” sino que se implementa porque “envejecer es otra etapa de aprendizaje, de actividad e integración en la vida”, señaló.

Vázquez, en el marco de la apertura este miércoles del I Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe- Cilac 2016, explicó que el Plan Ibirapitá brinda la posibilidad de ejercer el derecho a utilizar las tecnologías de la información y la comunicación a 484.000 adultos mayores, que representan a 14 % de la población uruguaya.

Este programa, que fue definido como prioritario por el Gobierno en su lanzamiento, en junio de 2015, está destinado a jubilados y pensionados con ingresos menores a los 26.700 pesos en la actualidad, según indicó el mandatario en el acto de apertura del Cilac 2016, que se desarrollará hasta este viernes 9 en la sede del Laboratorio Tecnológico del Uruguay, en Montevideo.

“Estas personas reciben gratuitamente una tableta digital con una interface especialmente intuitiva y amigable y capacitación para su uso”, resaltó Vázquez, quien estuvo acompañado del prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo; varios ministros, autoridades de la educación y académicos.

Subrayó que “la  próxima meta es que 100.000 jubilados hayan sido beneficiados y estén conectados activamente a fines de este año”.

Este programa no implica “solamente entregar una tableta, sino que busca que los adultos mayores estén comunicados con amigos y familia, accedan a información, realicen trámites y puedan recrearse", apuntó

“Es para que envejecer sea otra etapa de aprendizaje, de actividad e integración en la vida”, aseveró.

“Esto es revolucionario, tal vez no tenga épica como otras revoluciones pero tiene mucha ética, humana y profunda”, enfatizó.

“Los científicos estamos irrenunciablemente comprometidos con nuestros valores y principios, no solo por nuestra inalienable e irrenunciable condición de ciudadanos, sino porque, como lo enseñó hace 500 años François Rabelais, ‘La ciencia sin conciencia es la ruina del alma’”, concluyó.

Extraído de Presidencia