El convenio suscripto entre el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente y la Administración Nacional de Enseñanza Pública permitirá que durante este año 500 de los 740 jóvenes privados de libertad se involucren en la educación no formal, desarrollen valores y generen acciones de restitución a la sociedad. El acuerdo también propone la capacitación de funcionarios y su reinserción en la esfera educativa.

En la actualidad el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (SIRPA) ampara a una población total de 740 jóvenes de los cuales 667 se encuentran internados en la institución, y los 73 restantes, en régimen de semilibertad.

A través de la firma de convenio marco, ejecutada entre SIRPA y la Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP) aproximadamente 500 jóvenes participarán en instancias socioeducativas que incluirán difusión de valores, enseñanzas de oficios y organización de acciones comunitarias.

 "El acuerdo establece una duración de un año con posibilidad de renovación; permite a futuro firmar convenios con todo el subsistema de la ANEP, en diversas áreas de la educación formal y no formal", indicó el director Nacional del Programa de Educación del SIRPA, Eduardo De Freites.

 Agregó que la decisión acerca del tipo de curso no formal depende de las necesidades que los jóvenes participantes manifiesten. Una vez que se conocen sus intereses, la Dirección Nacional del Programa de Educación define las capacitaciones. Según anunció, otro de los temas por desarrollar será la concesión de plazas laborales.

Acondicionamiento de mobiliario en mal estado

En lo que respecta a los trabajos que se ejecutarán a partir de la firma del convenio, De Freites explicó que, mediante un acuerdo entre UTU y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), a través de las Fábricas de Cultura, las instituciones proyectan que con la ayuda de un carpintero y un diseñador, un grupo de jóvenes internos  trabaje en la reconversión de los denominados “bancos Varela”, para devolverlos a la escuela.

 En este sentido, De Freites expresó que siempre se busca estimular al joven, de manera que sienta que su trabajo representa un aprendizaje para sí y una oportunidad para contribuir con la sociedad.

Además de la firma del convenio marco, SIRPA y ANEP suscribieron un acuerdo específico mediante el cual los jóvenes que acceden a los talleres socioeducativos reparen mobiliario de las escuelas públicas.

 El entrevistado destacó que a partir de este convenio interinstitucional, se recupera el mobiliario, el Estado ahorra dinero y quienes los acondicionan reciben un valor en sí mismo.