Afirman que la central en Montevideo recibió donaciones por casi 3,5 millones de pesos que nunca llegaron al destino específico que era atender los damnificados por el tornado de Dolores.

“No queremos ser cómplices de ésta directiva” advirtió Ana Curbelo, actual secretaria de la departamental y ex presidenta de Cruz Roja en el momento en que ocurrió el fenómeno climático en Dolores.

Piden que las autoridades del ministerio de Educación y Cultura, tomen cartas en el asunto interviniendo a Cruz Roja Uruguaya, “se convoque a elecciones urgentes y se termine el abuso de poder y mala gestión”.

El documento de 14 páginas con la denuncia de ocho departamentales, presenta “dudas sobre desvíos de dinero y corrupción” y como tal fue elevado a la secretaría de María Julia Muñoz. Describe que se enteraron por los medios de comunicación donaciones que varias organizaciones realizaron como los casos del banco BBVA que donó en el entorno de 2,5 millones de pesos y 34 mil dólares, Mc Donalds 250 mil pesos y Paganza 590 mil pesos por citar algunos ejemplos.  

Como medida adicional, los voluntarios locales denuncian que las autoridades de Cruz Roja Uruguaya “desautorizaron a retirar dinero de sus cuentas en el BROU, las que fueron bloqueadas, hecho que viola la autonomía financiera de los Comité que está garantizada por estatuto”. 

Las autoridades locales desconocen si el dinero efectivamente se encuentra en las cuentas de Cruz Roja Uruguaya. “Lo que quiero dejar claro es que Soriano no ha recibido dinero de las empresas nombradas. Como están las cuentas bloqueadas es imposible saber si está ese dinero” indicó el presidente de la departamental, Matias Castillo. Los voluntarios llamaron a “reflexión” a las actuales autoridades de Cruz Roja Uruguaya recordando que la misión “es ayudar a las personas vulnerables”.

“Resulta escandaloso que el Consejo Departamental de Soriano, a consecuencia de la intervención de su cuenta bancaria, no haya podido actuar en la reconstrucción luego del tornado” expresa el documento presentado ante el MEC, donde se describen anomalías en la última asamblea, el proceso de elecciones y hasta “trato deshumano en una organización humanitaria” hacia la “casera” que trabaja de la sede central. 

Destacan que por acción de Cruz Roja Internacional, solo pudieron atender con dinero del exterior a 300 damnificados con una partida única de 300 dólares por afectado.

“Empezamos a pedir explicaciones sin obtener respuesta alguna, por lo que el 18 de agosto fuimos a Montevideo a reunirnos con la directiva. Hace 3 meses que se terminó el DREF (ayuda internacional) y hay gente que necesita del dinero de las donaciones fundamentalmente unas 400 familias que no recibió la primera ayuda. Hay gente que aun está sin cama, sin colchón o sin cocina y heladera” explicó Gustavo Uttermark, presidente del Ejecutivo de Dolores, que se formó el 11 de junio para apoyar a grupos familiares que lo perdieron todo con el tornado.

El voluntario dijo que primero le dijeron que iban a entregarle parte del dinero contra la presentación de un proyecto que fue presentado pero todavía está a estudio.

Indicó que la secretaria de Cruz Roja Uruguaya, Soledad Saravia, tuvo una actitud fuera de lugar en la reunión con los voluntarios de Dolores.

“Que tenemos que andar averiguando, nos contestó la secretaria Saravia cuando preguntamos por las donaciones recibidas. Otra cosa que nos dijo era si no nos había a alcanzado con los tres camiones de materiales que habían mandado en su momento, que estábamos precisando mas. No es un tono correcto el que empleó para dirigirse a gente que estaba sufriendo y que concurrió con determinada sensibilidad en busca de ayuda” reflexionó Uttermark, indignado con la atención recibida.

“Nunca se nos habló claro sobre las cifras que nosotros manejamos” denunció el voluntario local, que empezó a dudar cuando le preguntaron desde una institución por un cheque con una donación importante que no había sido cobrado.           

 La secretaria general de Cruz Roja, Silvia Saravia, dijo a Telemundo que el dinero que se reclama desde Dolores está todo en el banco hasta que se decida a qué se destina.