La Dirección de Investigaciones de Paysandú trabaja en un caso que involucra a no menos de 20 personas, algunas de las cuales ya habrían confesado ante la Policía haber pagado a menores de edad a cambio de sexo.

La denuncia llegó desde el INAU y la Justicia pidió al cuerpo policial especializado que se hiciera cargo de reunir la evidencia para juzgar a los responsables de la explotación de dos pequeñas de 8 y 11 años y dos adolescentes de 15, así como de una niña de 14 y otra de 17 años.

De acuerdo a información en poder de El País, la abuela sería la responsable de regentear el oscuro negocio familiar del que formaban parte sus dos hijas de 31 y 36 años. Las menores que eran obligadas a prostituirse son hermanas y primas entre sí.

La familia vive en pueblo El Eucalipto, ubicado sobre la ruta 26 a unos 80 kilómetros de la capital departamental.

En su casa.

La abuela, de 64 años, llamaba por teléfono a sus clientes para que fueran a su casa, "ofrecía alcohol, ponía música y hacía bailar a las menores. Los hombres elegían con quien quedarse y para eso disponían de dos piezas", contó a El País una fuente de la investigación.

"Cada tanto hacían lo mismo en Lorenzo Geyres, conocido como Pueblo Queguay. La abuela viajaba con sus nietas para ofrecerlas a cambio de dinero. Las maestras que viajan los lunes a las 4 de la mañana a ocupar sus cargos en escuelas rurales se encontraban a las niñas y su abuela volviendo a esa hora a su casa, lo que despertó sospechas", indicaron a El País. Además, una de las menores "prácticamente no habla en la escuela", situación que evidenció una situación familiar anormal.

El abuelo está detenido y si bien no participaría de las acciones, estaba en conocimiento de lo que ocurría en su casa. Hoy deberán comparecer ante la jueza letrada de 4º Turno, Elsa Montín, un total de 14 personas, de entre 20 y 75 años, algunas de las cuales reconocieron ante la Policía haber mantenido relaciones sexuales con menores.