Hace unos meses en una reunión en la Dirección Nacional de vialidad, cuando estaba todo pronto para comenzar la reconstrucción de la ruta 25, tramos Young- Menafra, un referente de la empresa adjudicataria nos hacía mención a la necesidad de compartir con los vecinos y usuarios la advertencia que la ejecución de la obra coexistiría con el uso de la ruta y lo puso con palabras bien claras: “Vamos a reformar una casa con la gente, losbmuebles y todo lo demás adentro”, por eso insistentemente en nuestras audiciones o entrevistas repetimos la necesidad de que aquellos que transiten por las rutas 20, 24 y 25 tengan claro que son rutas en obra.

El cuidado debe ser mucho mayor, hay personal orientando los pasajes, se generan caminos paralelos, vías de escape, tránsito enlentecido. ¿Qué sería lo otro? ¿Poner un candado en los extremos del trazado, impedir todo el tránsito y ejecutar el proyecto? ¡Eso es Imposible! Por tanto pongamos todos un poco de voluntad y paciencia, pensando en que en unos 18 meses tendremos un excelente tramo, y en la convicción de que todos pusimos algo para hacerlo posible.

Dos hechos generaron noticia, uno en nuestro Departamento, el segundo en el Departamento de Colonia. Días pasados la prensa escrita fraybentina, titulaba en la primera plana sobre el pésimo estado de la ruta 2 entre Rosario y Cardona. La ruta 2 relaciona la ruta 1 en la ciudad de Rosario con el puente internacional de Fray Bentos.

Es una ruta de trazado antiguo, que se ha ido remodelando por tramos hasta llegar a la última etapa, comprendida entre Cardona y Nueva Helvecia: es una zona con uso intensivo de la tierra, con población afincada y un entorno en el que se encuentran árboles de más de cien años cercanos a la ruta.

La ruta actual tiene pavimento deteriorado de tratamiento bituminoso con 6 metros de ancho y geometría no adecuada al tránsito actual.

Para rehabilitar este tramo se hizo necesaria la expropiación de predios, que permitieran corregir la geometría y los anchos de la ruta para obtener condiciones de circulación confortable y segura.

Acabadas las tareas previas se procedió a licitar el tramo, y la adjudicación de las obras recayó en las empresas Tracoviax en el tramo sur y Cujó en el tramo norte. Las tareas principales son el retiro de 2.000 árboles que estaban al borde de la ruta, ensanche de la plataforma para llevar el pavimento a 7,2 metros de ancho, correcciones de altimetría y planimetría, colocación de pavimento de mezcla asfáltica en caliente y señalización reglamentaria. La obra se prevé finalizada en diciembre de 2018.

Este tramo lo recordamos idéntico, sin modificaciones desde nuestra niñez, en los viajes de Cardona a la playa Fomento. Está como conservado en el tiempo. Esos dos muros de viejos eucaliptos y la angostura de la ruta se cobraron muchas vidas. Estamos hablando de más de 50 años.

Resulta que cuando un gobierno se dispone, como en tantísimas otras rutas nacionales, a mejorar la infraestructura vial, adecuarla a los tiempos, muy livianamente salimos a instalar opiniones que por lo pronto son profundamente injustas. Para no hacer otro tipo de análisis. Sugerimos que vayan por la ruta 2 y vean el trabajo que se está haciendo.

La otra situación se da con la ruta 25 y la rotura de un camión de transporte de palo en el tramo cercano a Menafra, zona del complejo (hoy discontinuado Maserlit). Fue puesto en conocimiento a la población por un medio digital, también de Fray Bentos. ¿Se puede afirmar que es lamentable el deterioro de la ruta 25 sin incluir que existe hace 5 meses una reconstrucción de la misma en plena ejecución? También invitamos a que visiten el tramo invocado. Está quedando una ruta con ensanchamiento, también con corrección de altimetría y planimetría, adecuación de las banquinas, todo el sistema de desvío de aguas, en fin un trabajo que se constata enorme y de fondo.

En ninguno de los dos casos podemos responsabilizar a los medios, que en definitiva en un país que se precia de la libertad de prensa, honran eso mismo. Pero resulta no pertinente, no ajustado a la verdad y profundamente mezquino, ignorar las condiciones de obras en ejecución, adecuarse al uso de las mismas y cuando suceden los accidentes (que seguramente se deberían investigar con mayor rigor), responsabilizar al Estado de los mismos.

Estamos hablando de rutas cuya recuperación han sido adjudicadas, están los recursos, tienen cronograma de obras preciso, con fecha de finalización. No estamos hablando de cuestiones inciertas. Por eso queríamos dedicar este editorial, como lo hicimos días pasados por el impacto de la lluvia en la ruta 24, para decir e informar a la población de lo que consideramos son verdades objetivas. Por eso invitamos a que visiten estas obras.

¿Que faltan cosas? ¿Que el tramo de la ruta 25 entre Tres Bocas y Young del sentido este oeste, tiene algunas dificultades importantes y que la Dirección Nacional de Vialidad deberá tomar cartas en el asunto? Eso sí lo admitimos, porque son deterioros de rutas que en estos momentos no está prevista su solución. Pero insistiremos una y otra vez en lo que está haciendo el Estado uruguayo por la infraestructura del Departamento en las rutas 20, 24 y 25.

Tany Mendiondo