Vecinos de Paso de la Cruz cortaron entre semana el tránsito vehicular.  Hartos de soportar la polvareda de un camino sin asfaltar y de la alta velocidad de los camiones que pasan por el lugar, decidieron bloquear el acceso en el ingreso del pueblo, por donde pasa uno de los corredores forestales del litoral con madera para UPM y Montes del Plata. La medida se extendió el miércoles desde las 6.30 a las 11.30 de la mañana, luego de que un jerarca municipal viajó hasta el lugar para atender el reclamo. 

Denuncian que más de 100 camiones pasan diariamente por la calle principal, ocupando gran parte de la calzada y a una velocidad de entre 60 y 70 kilómetros. Cruzan por escuela, policlínica, guardería y almacenes “como dueños de la calle. Cuando los ves venir tenés que tirarte al pasto” advierten. Algunos adultos ya no mandan a sus hijos a hacer los mandados porque temen por un accidente sin contar los problemas respiratorios que padecen algunos de los vecinos. La sumatoria de situaciones denota una pérdida de calidad de vida en esta localidad de 700 habitantes, ubicada al norte de Río Negro, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Young. 

“Antes de fin de año, sobre el 10 de diciembre,  rompieron y sacaron todo el bitumen, ahora vinieron a emparejar pero la polvareda que hay no se puede aguantar” dice preocupado el vecino Cristian Herman.

“De noche durmiendo estamos respirando polvo, de día estemos afuera o adentro estamos respirando polvo. No somos dueños de tender una ropa porque después tenemos que sacudirla. La situación es crítica porque incluso tenemos riesgo de enfermedad, fundamentalmente las criaturas y gente mayor, hay gente enferma de asma que no tiene otra que seguir tragándose el polvo” criticó y pidió que se haga un desvío del tránsito de cargas. 

Waldemar Beltrán Frondoy, uno de los veteranos que participó de la protesta colocando tanques y cubiertas, vive al costado del camino de acceso y como consecuencia de ello, es uno de los más perjudicados.  

 “No podemos soportar más la tierra. Mi señora y yo estamos enfermándonos, además estamos con los nietos. No podemos salir, tenemos que tener las puertas cerradas incluso con este calor y ya no podemos aguantar más, no es vida lo que llevamos aquí” criticó Waldemar. 

Cristina Techera advierte que es “un verdadero peligro para los niños cruzar la calle, porque entre camioneros se pelean en la calzada, donde se unen las dos calles. Algunos suben por arriba del puente y otros por abajo y compiten para ver quién va más rápido” lamenta Cristina la falta de control de todo tipo que existe en la zona. 

“Es impresionante a la velocidad que transitan, 60 o 70 kilómetros en la hora por éste camino que se transforma en la calle principal del pueblo y así pasan por la escuela y la guardería como si nada” reclamó apuntando a un 70% de los camioneros. El 30% restante respeta las normas, apuntaron.

Plantearon insistentemente el reclamo, incluso por carta, pero no fue hasta ayer cuando ejecutaron el piquete que tuvieron respuesta de la intendencia de Río Negro, responsable del mantenimiento de la caminería rural. 

Cuestionaron la falta de planificación entre la intendencia y la empresa contratada para la obra. “No hemos tenido ninguna respuesta. Nos explicaron que durante enero y febrero no hay materiales para poder bituminizar esto, por lo que ante esta situación nos preguntamos por qué razón quitaron el bitumen justo antes de las fiestas si sabían que iban a parar que se iban de licencia” preguntó Cristian Herman. 

ENCUENTRO. Sobre 9.30 de la mañana y luego de darles un tiempo prudencial para que se manifestaran, dos funcionarios policiales transmitieron que luego de informar al juez de Algorta, la medida debía de levantarse. Los vecinos se resistieron a levantar el piquete hasta tanto fueran escuchados por algún responsable de la administración Terzaghi. Fue entonces que los efectivos comenzaron a tomar nota de cada uno de los manifestantes para elevar un informe al juez, cuando sobre las 11 de la mañana llegó Alfredo Gorla, director municipal de Descentralización.

“Pagamos todos nuestros impuestos, estamos al día con nuestras obligaciones. ¿Tengo derecho a reclamar o no y es tan complicado venir a solucionar un problema?” Preguntó un paisano con el sombrero en la mano. “Otra cosa, no tenemos ómnibus por el estado de los caminos. Dejó de pasar porque recaudaba 500 pesos y pagaba 1500 pesos de reparación por roturas en un taller de Young”  comentó.

 “Mire la cantidad de camiones que se juntaron en este poco rato que cortamos. Imagínese lo que esto de noche y de día. Quédese con nosotros tres días, respire la tierra y después váyase” le pidió una de las tantas mujeres que exigía una rápida solución.   

El Director de Descentralización, pidió ser escuchado y al principio reconoció que lo que viven los vecinos “es muy molesto”. “La obra que comenzó el 10 de diciembre se fue postergando por la feria de la construcción pero es para hacer el camino totalmente a nuevo que quedará muy bien, además de la red lumínica que se duplicó” informó el funcionario.

“Esta semana la empresa privada termina con la compactación y la próxima queda pronto para hacer todo el asfalkote. Eso lo hará la intendencia entre lunes y martes, por lo que empezará a quedar resuelto” prometió Gorla que además compartió con los habitantes de la localidad, el plan de desarrollo de caminería que está dividido en cuatro etapas y se ejecuta en conjunto con las forestales, todo lo cual ha sido oportunamente informado a las mesas de convivencia ciudadana. 

Los vecinos anunciaron de qué si no se cumple con la palabra empeñada, volverán a cortar el tránsito vehicular.