Entre 15 y 20 mil argentinos se fueron del país por el puente San Martín en la previa al recambio de quincena. Desde el domingo el movimiento vehicular se da mayoritariamente entre quienes finalizaron sus vacaciones y regresan a su país por la frontera de Fray Bentos.

El mayor flujo fue constatado en la tarde del domingo, cuando la fila de automóviles escapó a la estructura del tendido binacional y se extendió casi un kilómetro por ruta 2. Una unidad de Policía Nacional de Tránsito llegó hasta el lugar para ordenar el flujo y Migración Argentina decidió la apertura de casetas a contramano, de la misma forma que Uruguay lo hace cuando la llegada de turistas desborda la capacidad natural.

De esta manera se habilitaron 11 carriles de salida, con lo que en pocos minutos la fluidez de la atención permitió disminuir sensiblemente los tiempos de espera. Al caer la tarde, los vehículos llegaban al puente y no demoraban más de 10 minutos en cruzar hacia Gualeguaychú.

Se estima que entre 15 y 20 mil personas han salido de Uruguay entre el domingo y lunes, mientras que ingresaron unas 12 mil personas. El movimiento se mantendrá intenso durante toda la semana, porque mientras algunos eligen llegar a fin de mes, entre martes y miércoles, otros se volcarán masivamente el jueves 1º de febrero.

Rutas.

Los argentinos también se quejaron del estado de ruta 2 entre Cardona y Rosario, actualmente en reparación. "Un desastre. Esperemos que el año próximo nos encontremos con una carretera mucho mejor", dijo Matías, mientras se aprestaba a realizar los trámites en Migración para abandonar el país.

Sofía también llegó indignada al puente San Martín y anunció que ni bien llegue a Buenos Aires escribirá una carta de reclamo a la embajada uruguaya.

"En Punta del Este pasamos precioso, muy lindo el lugar, pero volviendo tuvimos el inconveniente de que los dos GPS nos mandaron por la misma ruta que tiene un tramo de 60 kilómetros en obra, con ripio (pedregullo) y canaleteada. Además, hay un puentecito en el que nos teníamos que turnar con la mano contraria para poder cruzar. Esto con cientos de automóviles viajando y sin ningún funcionario policial que ordenara el tránsito y tampoco nadie de la obra señalizando", se quejó Sofía.

"Demoramos una hora más de lo que decía el GPS porque todo ese tramo viajamos a 20 kilómetros por hora, pero lo peor es el peligro que supone viajar así", añadió.