Un estudio reciente sobre la presencia de pesticidas en el tejido muscular de peces provenientes de los ríos Negro y Uruguay, publicado en una revista científica internacional, detectó residuos de 30 diferentes plaguicidas en 96% de los organismos analizados.
Observatorio del agua en Uruguay
“La sostenibilidad ambiental de los agroecosistemas de secano en América del Sur es motivo de preocupación actual. En este trabajo, evaluamos la presencia de múltiples residuos de plaguicidas en el tejido muscular de especies de peces silvestres”, explica el resumen del estudio que acaba de ser publicado en la revista Science of the Total Environment, editada por Elsevier (*).
El trabajo estuvo a cargo de un equipo de investigadores provenientes de la Facultad de Química, la Facultad de Ciencias, el Centro Universitario Regional (CENUR) Litoral Norte y el Centro Universitario Regional del Este (CURE) de la Universidad de la República y la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Se llevaron a cabo dos campañas de muestreo en 2015, que representan los cultivos de verano e invierno, con una amplia biodiversidad de especies de peces utilizados para el consumo humano, que van de migratorios a no migratorios y de detritívoros (que se alimentan de detritos o materia orgánica en descomposición) a depredadores superiores.
Los peces muestreados fueron recogidos en tres zonas asociadas a la agricultura de secano, en torno a las localidades de Mercedes, San Javier y Nuevo Berlín, las dos últimas ubicadas dentro del Área Protegida (SNAP) y sitio RAMSAR de conservación denominado “Esteros de Farrapos e Islas del Rio Uruguay”, y una cuarta zona donde predominan las pasturas naturales, en torno a San Gregorio de Polanco, sobre el Lago de Rincón del Bonete.
De los 149 peces analizados, 143 (96%) contenía en el tejido muscular al menos un pesticida detectado o cuantificado. En promedio se detectaron 4 (cuatro) pesticidas por pez y en un organismo se llegaron a detectar 21 sustancias. Se detectaron 30 pesticidas diferentes en concentraciones menores de 1 hasta 194 μg/kg (microgramos por kilo).
Ubicación de las zonas estudiadas.
Que los pesticidas sean detectados en músculo de pez implica que atravesaron varias barreras desde que fueron aplicados a las cosechas, derivaron por el terreno, llegaron a los cuerpos de agua e ingresaron a los peces por el agua o por las presas que consumen habitualmente. Si bien las concentraciones individuales estaban en dosis sub-letales, es sabido que la combinación de múltiples pesticidas en un organismo es nocivo para su salud.
Se demostró que los peces de agua dulce migratorios y no migratorios que viven en ecosistemas de cultivos de secano continuos con siembra directa incorporan en su tejido muscular una amplia variedad de fungicidas, insecticidas y herbicidas.
Los fungicidas representaron la mitad de los pesticidas detectados. El herbicida metolaclor y los fungicidas trifloxistrobin y pyraclostrobin tuvieron las tasas más altas de ocurrencia. Sin embargo, de todos, los compuestos de estrobirulina son los más tóxicos para los peces.
Los análisis demostraron que la cantidad y composición de los pesticidas encontrados en los peces están relacionadas con el uso de suelo de la cuenca. En las zonas de Mercedes, Nuevo Berlín y San Javier, donde predomina el cultivo de soja y otros transgénicos a gran escala, la cantidad y composición de pesticidas es significativamente diferente de la encontrada en San Gregorio de Polanco, donde las pasturas naturales dominan los usos.
Es de destacar que en San Javier los peces contienen un número de pesticidas y composición similar a las otras áreas donde predomina la agricultura intensiva (Mercedes y Nuevo Berlín). Un dato interesante es que los patrones de detección de sustancias están relacionados con la cantidad de principio activo importado y por lo tanto sugiere que en estos casos, un aumento en la escala implica una mayor afectación de la biota acuática.
En un escenario donde, desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), se propone una “intensificación sostenible”(sic) de la producción, estos efectos en la biota acuática deben ser incorporados en los lineamientos para definir las “buenas prácticas agrícolas” y repensar la intensificación en esa dirección.
(*) “Occurrence of pesticide residues in fish from south American rainfed agroecosystems”, Science of the Total Environment.
(https://www.researchgate.net/publication/323691902_Occurrence_of_pesticide_residues_in_fish_from_south_American_rainfed_agroecosystems)
Fuente diario La Juventud.