En nuestros editoriales hemos sido reiterativos en la información y puesta en valor de determinadas Políticas Públicas, seguramente las relacionadas al Ministerio Desarrollo Social sean las más. Aunque la oposición ha sido insistente a la hora de la desinformación y la estigmatización de los objetivos del MIDES, una y otra vez en forma escrita, en nuestras audiciones y en la discusión pública, sostenemos la incidencia de ese ministerio en la reducción de la pobreza y la marginalidad. Algo que esperamos a esta altura nadie pueda contradecir cuando en todo el mundo se reconoce el esfuerzo de Uruguay en este sentido.. Otras de las cuestiones que permanentemente hemos puesto arriba de la mesa es lo relacionado al Instituto Nacional de Colonización, creado por la magnífica ley 11.029 promulgada el 12 de enero de 1948. Ha sido desde entonces una barrera a la despoblación rural y que si no lo fue más, se debió a la falta de recursos, de voluntad política y hasta de querer terminarla por parte de algunos gobiernos en las últimas décadas. Siempre recordamos nuestra niñez en el campo, nacidos y criados en la cultura de la tierra y que un buen día, la situación de arrendatario de nuestro padre nos llevó a la ciudad, siguiendo el camino de tantísimos otros uruguayos. Sólo el Instituto Nacional de Colonización se constituyó en la política pública que puso límites a ese destino de urbanizar a los habitantes rurales. También siempre recordamos la experiencia personal de un hermano que, junto a otros egresados de las Escuelas Agrarias de UTU, postularon para fracciones de tierra en la década del 70 en el departamento de Tacuarembó y para nada le sirvió reunir los perfiles necesarios ni las ganas de trabajar, ni la formación para ello, porque el llamado tenía el propósito de aumentar tierras para los estancieros de la zona.

Pero el Instituto sobrevivió a la intención de vaciarlo definitivamente y hoy tiene 610.009 hectáreas con fines colonizadores, de las cuales 380.281 son propiedad del INC. En el período 2005-2018 se incorporaron más de 122.900 hectáreas. Estas tierras se mantienen en el patrimonio del Instituto entregándose a productores familiares y asalariados rurales en arrendamiento, a través de llamados abiertos en unidades de producción familiar y/o por medio de emprendimientos grupales. En este período más de 3.200 familias accedieron a tierras de Colonización para llevar adelante su proyecto de vida y productivo. En tierras del Instituto existen 225 emprendimientos colectivos que desarrollan actividades ganaderas, lecheras, hortícolas y agrícolas en más de 101.000 hectáreas. A partir de 2014 se define la titularidad conjunta (cotitularidad) en la adjudicación de los predios afectados a la ley 11.029 para avanzar en igualdad de derechos entre varones y mujeres. El 69% de adjudicaciones a unidades de producción familiar se hicieron en cotitularidad.

Todo esto para decir que el viernes pasado acompañamos a las autoridades del INC y a los colonos de la Colonia presidente Kennedy ubicada en nuestro departamento; allí se entregaron dos fracciones a nuevas familias de colonos. Familias jóvenes, con hijos pequeños, que sustituyen a otras que se acogen a la jubilación y al descanso.  Asistir al informe con el proceso de selección de los nuevos colonos, con absoluta transparencia, poniendo en valor que el Directorio solamente homologa el asesoramiento técnico, en presencia de los que quedaron por el camino y seguramente estarán postulando para otra, nos reconforta porque nos retrotrae al espíritu de quienes legislaron la ley 11.029 a mediados del siglo pasado. En nuestro anecdotario íntimo quedan las vivencias de los colonos que acudieron a esto, que para ellos es una fiesta, en esa vida con sentido de campo que les permitió desarrollarse como familia en épocas buenas pero las más de las veces de las otras. La escuelita de 40 alumnos en algún momento, hoy con 4, indica que en el pasado Colonización flaqueó, pero no desde el año 2005 para acá. Este instituto sigue siendo un instrumento, es en definitiva EL INSTRUMENTO, que da batalla sin tregua a la emigración de la ruralidad a la ciudad. En un país productivo, que se sigue reinventando y pensando en este Siglo XXI, lograr que existan tantos colonos como sea posible no es solo un desafío, sino que es una necesidad y una gran oportunidad.

En el siguiente enlace están decenas de testimonios de Colonos. Hay que prepararse para emocionarse. 

https://www.youtube.com/channel/UCtyKzXWfYxAgfNuF_maIMLQ

-Tany Mendiondo-