El presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, informó que entre el 1° de enero de 2010 y diciembre de 2016 las tarifas bajaron 16% respecto al índice de Precios al Consumo (IPC) y un 31% respecto al Índice Medio de Salarios (IMS). Explicó que en los últimos tres años se tuvo que ajustar las tarifas, por definición de la Ley de Presupuesto Nacional, pero que igualmente el ajuste se mantuvo bajo el nivel de la inflación.

Casaravilla sostuvo a la Secretaría de Comunicación Instituciónal que los últimos tres ajustes tarifarios se basaron en una definición explícita incluida en la Ley de Presupuesto Nacional, que indica que las empresas públicas deben colaborar a bajar el déficit fiscal. Explicó que la tarifa se basa en el análisis de cuatro factores: el Índice Medio de Salarios, el Índice de Precios al Consumo, la tasa de cambio y las expectativas de comercio regional. 

En esa línea, el presidente de UTE explicó que más allá de bajar costos operativos, la reducción del déficit fiscal se logra mejorando los resultados operativos de la empresa, lo cual surge de la diferencia entre los ingresos y los gastos. Sin embargo, en este escenario de ajustes correspondientes a 2015, 2016 y 2017, valor medio también fueron por debajo del IPC. “Por lo tanto, en Uruguay podemos decir que la energía es más barata que años anteriores”, sostuvo. 

Asimismo reconoció que la tarifa eléctrica es importante en la canasta de las familias, en particular de la clase media, y por eso es que desde UTE se trabaja para bajar los costos. Agregó que en el contexto de transformaciones que vivió la empresa en los últimos años, en las que se realizaron fuertes inversiones para cambiar la matriz, desde la empresa estatal se contribuye al déficit fiscal, mostrando que los números respecto al IPC no suben, sino que por el contrario bajan.

“Una de las ventajas de tener una empresa pública de todos los uruguayos es que no se busca el lucro, sino prestar un servicio esencial al alcance de todos. En esa línea lo mejor que nos puede pasar es que los clientes estén convencidos que contrataron la tarifa más adecuada para su modalidad de consumo”, aseguró. En tal sentido, recordó que durante el año se realizaron diversas campañas para que los usuarios contraten la tarifa más acorde a su nivel de consumo. “Cada vez que les proponemos algo, que entiendan que es un ganar-ganar y que no es que se intente facturar más, sino de prestar el servicio al mínimo costo”, indicó. 

Se identificaron dos colectivos de clientes que tenían contratados tarifas que no los beneficiaban. En primer lugar, un conjunto de 130.000 clientes en la tarifa residencial y que si pasaban a la tarifa básica iban a tener un beneficio. 35.000 clientes adecuaron su contrato pasando a la tarifa básica. El segundo sector incluía a 50.000 clientes tienen la posibilidad de modular su consumo con el uso de calefones inteligentes y timers a los que se les envió una comunicación ofreciéndole cambiar su contrato por el de doble-horario. De ese grupo, 6.000 se pasaron a la tarifa doble-horario.

A su vez, anunció que a medida que se incorpore más tecnología, como lo fue la compra de medidores inteligentes que serán instalados durante 2017 o del termotanque inteligente que incluirá un timer que se configura de manera remota, el consumo de los usuarios podrá ir disminuyendo sin perder la calidad del servicio.

Recordó que las vías de asesoramiento para consultar sobre el tipo de tarifa más conveniente es *1930 o 08001930, donde de manera gratuita se analiza cada caso.

Extraído de Presidencia.