Vecinos y productores se quejan por el estado de ruta 24 entre Tres Bocas y ruta 3. El comienzo de la reparación definitiva es inminente luego del anuncio del ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi en el reciente Consejo de ministros en Nuevo Berlín. El 8 de agosto, el jerarca inauguró el inicio de la construcción del bypass para el puerto de Nueva Palmira y ese mismo día anunció que la obra era parte de una inversión global de más de 80 millones de dólares que comprendía el eje de rutas 21 (entre Nueva Palmira y Mercedes) y ruta 24, unos 46 kilómetros que quedaron pendientes del proyecto original de white topping (carpeta blanca) que dio excelentes resultados en el corredor litoral donde baja gran parte de la producción granelera del país y la madera para las plantas de UPM y Montes del Plata. Los vecinos y transportistas se quejan de la falta de mantenimiento entre el anuncio y el comienzo efectivo de la obra, a tal punto que el deterioro genera importantes demoras y sobre costos por rotura de equipos. 

“Para quienes transitamos esta ruta todos los días con herramientas, se está tornando muy peligroso porque hay cada vez más pozos y son cada vez más grandes. Esto está realmente intransitable” opinó el productor Washington Laco que vive en la zona rural cercana a San Javier. 

“El principal motivo de esto es la falta de mantenimiento por parte de Vialidad en los dos últimos años. Con la carga de granos y sobre todo de madera que pasa por acá, no hay ruta que aguante” precisó Laco.

Preocupado por la situación, pudo tomar contacto con uno de los responsables del consorcio Grinor, adjudicatarios de la PPP, que le informó  que en setiembre estarían firmando el contrato, “por lo que en principio hicieron un breve contrato por 30 días, para el tapado de pozos y levantamiento de lo que ha quedado de la carpeta asfáltica”. De hecho, durante estos días, se pueden ver dos equipos de trabajadores al costado de máquinas pesadas moviendo el material al costado de la ruta 24 que además del deterioro, no está señalizada y tampoco tiene banquina, lo que la transforma en doblemente peligrosa.   

Gustavo Ponce Guerra, titular de la estación de servicio de ruta 24 y 25, es un observador privilegiado junto a su padre, del movimiento que se registra en ese estratégico enclave, donde por ejemplo pasan dos camiones por minuto, solo contando la carga de madera. 

“Estamos muy preocupados por el estado de la carretera y los graves problemas que está originando en materia de roturas no solo para particulares sino además para las empresas de transporte. Hoy están teniendo un sobrecosto derivado de los daños en sistemas de frenos y suspensión que está repercutiendo notoriamente en la baja de “rentabilidad” informó Ponce Guerra.

Dijo que en los últimos 6 meses,  “la participación de Vialidad ha sido prácticamente nula quizás esperando por la llegada de la empresa que va a llevar adelante la participación público privada. Para mi gusto abandonaron mucho antes de que la empresa se hiciera cargo de la obra y ahora estamos viendo las consecuencias. El transporte no espera, se hace todos los días con días buenos o mal tiempo, pero el pasaje de cargas es permanente” indicó Ponce.  

Debido al gran impulso de la forestación y también de la agricultura, estamos frente a un corredor donde pasa toda la producción hacia las dos plantas de celulosa y los puertos de Nueva Palmira y Fray Bentos. “El movimiento se ha incrementado en los últimos años en forma exponencial  y hemos notado que la inversión por parte de Vialidad no acompasó este crecimiento. Era necesario tener una mayor previsión en el tema de infraestructura” sostuvo.  

El empresario de la zona, también advirtió que el tramo de ruta 25 entre Tres Bocas y Young, “también se está deteriorando muy rápidamente. Tiene un pavimento muy bueno, pero está presentando huellas y en algunos lugares está estallando. El mantenimiento es escaso, entonces cuando se quiera reparar va a ser necesario una inversión muy grande” advirtió.